30/8/11

Si te vas a esconder, no llames más a mi puerta.

Le decían a Liz que al ser una chica atrapada por una vida dura e injusta en la cuál ella pasaba desapercibida a través del mundo no era una chica corriente, dentro de esa vida consumía por el abandono de la gente, se encontraba un monstruo desgarrador, cuyas heridas ya eran irreparables entre otras cosas por falta de cariño, por gran marginación y por sufrimiento llamado soledad había decidido quitar su máscara que antes creía que le protegería toda su vida y va a empezar a sacar su lado zombie. Su lado estremecedor que haría que su miedo pasara al de todos los que se lo dieron.
Pero Megan pudo pararla, su amiga, su única amiga y la única que tendría Liz, que la comprendía y entendía su doble vida, humana al sol y zombie a la luna. Megan le dijo que luchara, que la vida no es esconderse. Lucha por tu felicidad, porque es tuya y solo a ti te pertenece, Liz.

Entonces Megan para que ella pudiera ver más en sus palabras, le acompañó en su solitaria vida repitiéndole: Si te vas a esconder, no llames más a mi puerta.




4 comentarios:

LittleMer dijo...

IN LOVE WITH THIS. (L)
A veces para rehuir el trato de la gente necesitas convertirte en un monstruo, para no dañarte a ti misma y no ser tan vulnerable.
Entiéndeme cuando me pasa esto.

I love you.

Mandy dijo...

Precioso!! Me encnata, pasate por mi blog haber si te gusta y te haces segui:
http://cupcakes-marta.blogspot.com/
Un besazo!!

taperwere dijo...

huir, esconderse nunca fueron buenas opciones, si lo mejor que hay es hacerle frente a todo y sentirte bien contigo misma.
Muy buena entrada ,me ha gustado! un besazo

Alejandra B. dijo...

Me ha gustado mucho la verdad, sobre todo la última frase "Si te vas a esconder no llames a mi puerta". Un beso!